Detenido he escuchado al aire
decir que las montañas estaban en guerra con el sol.
Estaban cansadas de oír cabalgar a las aguas,
de juguetear a los animales y
odiaban que los humanos
le arrancaran de sus adentros
toda su pureza.
Las montañas querían estar heladas,
para percibir el silencio,
para estar ellas solas,
para que nadie las dañara.
Capea