La libertad
se ocultaba
en la sombra de la rutina.
A veces se alargaba
pareciendo volar a su antojo.
Pero siempre está anclada.
Otras pequeñas
debido a la gran luz
que incide el gran ajetreo.
Siempre será enorme
en la oscuridad
de nuestro cuarto
o pista de baile.
Danzando
con nuestra libertad
al son de la música,
que nos evade,
que nos da alas.
Capea