La sociedad se desmorona,
y con ella, la lucha de clases.
Ya han crucificado
a la clase obrera.
Deslegitimado su humanidad,
desvirtuando su grandeza.
Ahora se viste el obrero
de cuello azul.
Eufemismo bastardo
que llena de ilusión
al iluso
Que ni siquiera
llega a ser clase media.
El estudioso anhela ser
cuello blanco, que dirija,
dándole sensación de poder.
Todos han vendido sus ideales
si algún día los tuvieron.
Pisoteando los valores
vomitando sobre los derechos reconocidos.
Por miedo o ignorancia
no reclaman, por ser señalados,
agitador o expulsado.
Solo hay cavidad
para el pensamiento hacia la riqueza.
Como si el dinero y las cosas
llenaran de vida su triste realidad.
Este viento llega
de la boca
del liberalismo tecnocrático.
Queriendo hacer política
como si fuera
ciencia y resultado.
Dejando volar
la economía y el comercio.
Para que los ricos
armados hasta los dientes,
les den caza.
Mientras el Estado,
les vende el sistema
que fue público.
Ahora, presas,
ya preparada para ser devorada
por estas bestias.
Reduciendo el gasto
para su gente,
cada vez más sesgadas.
Convirtiendo a los ricos
en abejas,
con sus grandes enjambres.
Y el resto,
somos flores,
que necesitamos de las abejas
para seguir viviendo.
Bienvenido al mundo
de los capullos.
Capea