Grandes empresas,
orgullos de Estados.
Tiendas, templos del ahora,
de feligreses consumistas.
Marcas con postureo de calidad.
Producción descentralizada
trabajadoras esclavas a destajo
en lugares insanos.
Nóminas a precio de prenda
miles de unidades diarias.
Cortes con insignificantes escrúpulos.
Ganancias millonarias
prácticas de colonizadoras industrias.
Vergüenza a gritos
que todos guardan en su espalda,
con etiquetas que muestran la verdad.
Manchadas de sudor y sangre.
Procedentes de países
que no visita nadie.
Capea